Un paseo por el origen y la historia de las cañadas
Las Vías Pecuarias, también llamadas cañadas o “caminos ganaderos”, son un conjunto de:
“Rutas o itinerarios por donde se ha desplazado el ganado durante miles de años”
A través de este entramado de rutas públicas de más 125.000 km de longitud, el ganado acompañado de sus pastores y pastoras recorre la península Ibérica en sus viajes de ida y vuelta entre zonas de invernada y agostada. Estos desplazamientos imitan a los que ya hacían los grandes herbívoros silvestres que hace miles de años habitaban la península Ibérica en busca de alimento y que con el paso de los años el ser humano domesticó, convirtiéndose en el origen de la ganadería actual.
Su origen se remonta a la Edad Media, y no son meros caminos de paso para el ganado, sino franjas de territorio de diversas anchuras por las que los rebaños pueden alimentarse adecuadamente mientras se desplazan entre los lugares donde pasan el invierno (invernaderos) y el periodo de verano (agostadero) a trashumancia. Esta circunstancia, las convirtió en infraestructura verde que cobijaba multitud de especies silvestres acompañantes y en conexión entre hábitats y espacios de alto valor natural.
Hoy sabemos, que los desplazamientos trashumantes han contribuido de forma activa a conservar la naturaleza a lo largo del recorrido de las vías pecuarias, significando un buen ejemplo de gestión respetuosa con el medio natural y de sostenibilidad. En la actualidad, se las considera valiosos corredores ecológicos potenciales entre áreas rurales y naturales de la Red Natura 2000, la red de espacios naturales protegidos de la Unión Europea.
Las vías pecuarias representan también una vía de intercambio permanente de un importante patrimonio natural y cultural único de costumbres, cultura y respeto por la naturaleza. Han sido testigo durante siglos de una forma de vida natural y sostenible.
