A mitad del siglo XX, se empiezan a abandonar los pueblos (el trabajo y cómo ganarse la vida se trasladan mayoritariamente a la ciudad). Las vías pecuarias, tanto su recorrido como las construcciones asociadas, comienzan a mostrar signos del abandono debido a varias causas:
Estructurales:
- Intrusismo: se añaden (sin permiso) a campos de cultivo o nuevas zonas construidas.
- Construcción de infraestructuras (carreteras, embalses…) que las atraviesan o recorren.
- Vertidos: escombreras y vertederos a lo largo de su recorrido hacen que tengan una apariencia de abandono y descuido.
Económicas:
- La producción de fibras textiles (lana) que era fundamental, un artículo de lujo en el s. XVIII. Hoy no existe dificultad en la obtención de estos materiales y con las fibras textiles artificiales ya no son tan utilizadas.
- La producción de carne
- La intensificación ganadera y agrícola para la obtención de más producto cárnico, más barato y en menos tiempo, aunque de peor calidad y con muchos más impactos ambientales, está precipitando una quiebra económica del sector y, en consecuencia, el abandono de las vías pecuarias, la crisis de biodiversidad y la pérdida de servicios de los ecosistemas y calidad de vida que estamos sufriendo.
Sociales:
“Nadie quiere ser pastor…” la dureza de las condiciones de trabajo, bajos ingresos y baja estima social, provocan el abandono y despoblamiento rural. Por eso no se encuentran nuevos pastores que continúen la actividad y busquen nuevas oportunidades en las ciudades (“Éxodo Rural”).
Sin embargo, hay esperanza...
- la demanda de productos de mejor calidad, como las que aportan las actividades trashumantes de las vías pecuarias pueden dar la vuelta a esta tendencia.
- la importancia del pastoreo extensivo y trashumante para el desarrollo sostenible comienza a ser conocida entre una población cada vez más concienciada sobre la necesidad de conservar la naturaleza para el bienestar humano.
- Ayudas públicas a la juventud y la profesionalización del pastoreo son algunas de las medidas ya activadas para ayudar a que no se pierda la actividad.
La cultura de las Vías Pecuarias
- La tierra era de todos y para todos, todos la cuidan y usan: Gestión comunal de las tierras entre todos los usuarios.
- Gerontocracia: Las personas mayores, por experiencia y saber, actuar frente a desafíos que se repetían (grandes sequías, inundaciones) son los que ayudan a tomar las decisiones importantes gracias a la memoria vívida de eventos pasados.
- Todas las personas colaboran: Las mujeres, hombres, jóvenes, niños realizan distintas tareas, todas relevantes para la comunidad y sin las que no se podría mantener.
La mujer en el mundo trashumante
La mujer es el eje central de la cultura que acompaña a las vías pecuarias. Su función varía según el tipo de ganado, la estructura familiar (tamaño y edad de sus miembros), participando como hatera o asumiendo el papel de cabeza de familia, dado que son los hombres los que suelen ocuparse del pastoreo del ganado y ellas de gestionar el territorio, los animales, los hogares, etc… Sin embargo, las nuevas generaciones de jóvenes trashumantes cuentan ya con la incorporación de pastoras, que se hacen cargo de esa labor tradicionalmente desarrollada por los hombres.
