3.4.1.1 La agricultura intensiva moderna y los agroquímicos

Agricultura intensiva fumigar
Agricultura intensiva fumigar

Tras la segunda guerra mundial, los países más desarrollados plantearon al mundo un modelo de intensificación de la producción de alimentos. Para producir más cantidad se industrializaron los procesos agroganaderos con el uso masivo de los denominados “agroquímicos” y la concentración en monocultivos y grandes granjas industrializadas. Se le llamó “Revolución Verde” y consiguió aumentos espectaculares de la producción y grandes beneficios económicos.

 

Actualmente la tendencia mayoritaria de la agricultura moderna es la intensificación agrícola. Un negocio por encima del desarrollo sostenible y de las nefastas consecuencias para la salud del medio natural y del ser humano.

Así, el uso de productos químicos de síntesis (no se encuentran en la naturaleza) o agroquímicos, que pretenden maximizar las cosechas y evitar las enfermedades, trae consigo numerosos efectos adversos. Dentro de estos productos agroquímicos, los hay de los siguientes tipos:

Fertilizantes minerales para acelerar el crecimiento e incluso obtener más de una cosecha al año. El problema es que los suelos a la larga pierden materia orgánica y la capa de humus, mineralizándose y necesitando cada vez más cantidad de fertilizante para aprovecharlo. Este exceso de fertilizante se filtra a los acuíferos contaminándolos y es lavado a las aguas superficiales “eutrofizándolas” y haciendo inviable su uso
Herbicidas que impiden el crecimiento de otras plantas distintas a aquellas que se cultivan, con objeto de evitar la competición por los recursos del suelo. El problema es que muchos de ellos también acaban con plantas y microorganismos beneficiosos para el suelo. Suelen ser tóxicos para el ecosistema y la salud humana si no se manejan en las dosis y momentos adecuados.
Iconos: Freepik from www.flaticon.com
Insecticidas para evitar la aparición de insectos u otros invertebrados que se consideran un riesgo para la producción por provocar enfermedades y plagas para el cultivo. Muchos de ellos también acaban con los insectos beneficiosos para el cultivo (por ejemplo, las mariquitas que nos libran del pulgón), y pueden ser tóxicos para el ecosistema y la salud humana si no se manejan en las dosis y momentos adecuados.
Agricultura intensiva
Agricultura intensiva fumigar. Jan Amiss Pixabay

Para ahorrar en costes de producción y aumentar el beneficio económico las pequeñas parcelas cultivadas por familias o grupos locales (ANTES) se han ido concentrando en grandes campos más fáciles de mecanizar gastando menos y empleando menos mano de obra (Concentración Parcelaria) (DESPUÉS).

Intensificación Agrícola Seo Bird Life
Ilustración LIFE Cañadas: Lourdes Berzas. Loubé